Esta es la familia Zapatilla. Su mamá es la sra. Zapatilla. Como tal vivía en la calle, en una de nuestras colonias, con mal aspecto, perseguida por los humanos que ponían veneno allá por donde vivía, una auténtica superviviente de mil batallas cuya vida era mucho más dura de lo que podemos describir aquí. Los desprecios continuos los intentos de palazos, los riesgos de infecciones, la carita agradecida cuando su cuidadora venía con comida. La única luz dentro de tanta oscuridad.
Un día llegó el momento de capturar a la señora Zapatilla para castrar y soltar. Nos daba pena devolverla de nuevo a la colonia, pero siendo realistas no teníamos ningún sitio donde la meterla hasta que llegara un adoptante. En su primera revisión veterinaria, llegó la sorpresa: ¡Zapatilla iba a tener Zapatillitas y en cuestión de horas! Habíamos llegado tarde a la castración. Una de nuestras colaboradoras hizo como pudo un hueco en su casa para atender a esta mamá en apuros. En apenas un par de días Zapatilla alumbró a seis preciosos bebés. Afortunadamente no nacieron en la calle puesto que sus posibilidades de sobrevivir era cero, como todos los gatitos que nacían por esa zona. Los que no morían de hambre era víctima de desalmados.
El parto fue largo, pero la mamá se portó como una heroína dedicando sus mejores besos a cada uno de los bebés.
En estas dos primeras fotos podéis ver a Bailarina y Chancla, mucho más bonitas al natural, con una curiosidad por el mundo que les rodea infinita.
Luego tenemos a Claqué y Mocasín. Se parecen bastante. Ronronean en cuanto se acercan sus cuidadores. Son glotones y siempre te saludan con maullidos y sonrisas. Diferencias tienen pocas. Mocasín tiene la manchita derecha cubriéndole el ojo y Claqué lo presenta despejado.
Náutico es el último, nuestro negro precioso. Como todos los gatos negros presenta una espectacular belleza y una afinidad especial con los humanos a los que observa encantado y está feliz de ayudar en todo lo que puede. A su manera, claro.
Falta en la publicación Katiushka, la última de todas que ha robado el corazón de su casa de acogida y allí se quedará indefinidamente. Son bellos, unos bebés impresionantes y están ya adoptados. Zapatilla, su mamá aún no. Si deseas darle una oportunidad ve al enlace de cómo adoptar.
