Adoptar Gatos Madrid: Lo que necesitas es… su amor
Soy Bac, mi nombre puede parecer raro pero son las siglas de Bondadoso, Amoroso, cariñoso. Me recogieron medio moribundo, sí, no faltaba mucho para dirigirme directo al camino del arco iris. Una gasolinera como cientos de ellas, con gatos habitando cerca, ese era mi hogar y una mujer que yo conocía porque venía varias veces a la semana, nos cuidaba como podía. No era un lugar muy apropiado, al lado la N3 Valencia, alrededor, nada, un desierto de casas, vida humana, solo maleza, asfalto y surtidores de gasolina.
Fui tan feliz cuando me vi a salvo. Pero esta historia mía, aún no tiene final feliz. La vida me ha condenado a esperar al adoptante perfecto que igual nunca llega. ¿Por qué digo esa tontería? Porque soy diabético, necesito insulina, de momento pinchada, para seguir viviendo. Mi casa de acogida me adora, pero no puede adoptarme. Lo siento tanto pero lo comprendo. Es un compromiso por años y aunque lo pongo muy fácil, es un handicap esto de ser un gordito que necesita insulina diaria.
Soy pesado, sí, peso unos kilos pero me refiero a que soy buscador incansable de mimos, necesito el contacto humano, me siento feliz cuando me acarician y si pudiera hablar en idioma humano solo diría esto una y otra vez: no te arrepentirás de tenerme cada día porque te daré amor para compensar todo el que me faltó cuando me dejaron allí tirado en aquella gasolinera. Si al menos viniera alguien a conocerme… Ya pasó un año de mi rescate y nadie preguntó por mi. No lo tengo en cuenta, sigo adorando a los humanos. Los necesito a mi lado, qué le voy a hacer. Gracias Daniel, Silvia y Alicia, la peque de la familia, sois mi luz diaria. Os animáis a conocerme?❤️❤️
Imprescindible protecciones en ventanas y terrazas.


