Cheng era un jovenzuelo que vivía con una familia. Sin embargo le dejaban salir libremente de su casa sin preocuparse por los peligros que pudiera vivir. Durante un tiempo estuvo jugando con las mariposas del jardín y persiguiendo a las moscas.
Pero un día pasó lo inevitable. Salió a la calle y correteando detrás de un pequeño pajarillo, se desubicó y se perdió. Cheng no supo encontrar la vuelta a su hogar ya que había cruzado peligrosamente las vías del tren y se asustó con el estruendo de los motores y las ruedas de esa máquina infernal. Sus humanos al principio dieron la voz de alarma y encomendaron a una asociación su búsqueda. Tras movilizar a mucha gente, en unas pocas semanas consiguieron encontrarle. El propio Cheng se puso muy contento cuando empezó a oler de nuevo su hogar, su barrio, su familia. Sin embargo las cosas no salieron como Cheng esperaba. Sus dueños dijeron que ya tenían una linda gatita y que no querían a Cheng. Le habían sustituido. Podían devolverlo a la calle o hacer lo que les diera la gana con él. Fuera gato.
Pero Cheng no estaba acostumbrado a vivir lejos de sus humanos Estuvo semanas muy asustado refugiándose en una colonia controlada donde pedía constantemente mimos de los alimentadores y gritaba con sus ojitos que le llevasen a un sitio seguro. Tenía miedo y había buscado humanos que parecían amigables porque se portaban bien con los gatos. Por las noches, se escondía en un garaje y soñaba con volver a casa.
Actualmente vive en 4 Gatos y estamos buscándole una familia que no vuelva a hacer como la anterior. Que le quieran de verdad, que no piensen que es sustituible porque sólo es un gato. Cheng agradece cualquier muestra de afecto. Después de todo, adora a los humanos.
Si deseas dar una oportunidad a este rubio precioso, ve a nuestro enlace de cómo adoptar. Cheng está deseando conocerte