Tal vez el mayor problema que tienen los gatitos en las ciudades es el propio entorno donde viven. Su destino es frecuentemente morir bajo las ruedas de un coche, envenenados a manos de vecinos, eutanasiados en centros de internamiento. Por eso el control de colonias es tan importante y la castración tan necesaria. Lo que se llama el método CES.
Caramelita vivía en la calle en avanzado estado de gestación, y en un entorno que hacía necesario rescatarla. A pesar de las dificultades dio a luz en un hogar rodeada de humanos que la querían y tuvo una preciosa camada de pequeños. Uno por desgracia no sobrevivió.
Los hermanitos fueron mimados desde el primer momento, no conocieron la dura vida callejera que tuvo su mamá ni la suerte de sus anteriores hermanitos. Han sido muy afortunados y encontraron un hogar. Su mamá sin embargo, aún no. Es una preciosa gata mimosona, muy protectora de la familia, con un carácter maravilloso y pide a gritos la estabilidad que necesita. Si deseas dar una oportunidad a Caramela te aseguramos que será un amor incondicional por muchos años.