Buscando a nuestra Sancris, no la veíamos desde que la castramos y soltamos, descubrimos una colonia con gatos caquécticos. Una de las gatas había tenido bebés y nuestras alarmas saltaron cuando vimos los ojitos de los peques, inexistentes, tras una capa de pus y moco.
Vagaban, detrás de su mamá, por debajo de los coches, metiéndose en los motores cuándo se asustaban. Guiados por ella que quería enseñarles dónde comer, intentando que vencieran sus terribles y dolorosas limitaciones.
Cómo se te queda el cuerpo? … Pues cómo se nos quedó a nosotros, roto…
No podíamos ya con más, pero tampoco podíamos mirar para otro lado.
Jaula y caza en mano, los cogimos cómo pudimos porque, están ciegos pero no son tontos y, cuándo nos sentían, escapaban.
Con menos de dos meses, ya supieron lo que es el dolor intenso, la suciedad, las pulgas, la necesidad…
¡Qué pena! no poder ayudar a todos, no poder llegar a los que no lo cuentan, no poder disponer de todo lo que necesitamos para darles una vida mejor… a todos….
Nuestros 3 pequeños TOPITOS, como les llamamos cariñosamente, se asustaron mucho cuando sintieron que unas manos gigantes los cogían y se revolvieron pero, cuándo les tuvimos a salvo, les limpiamos los ojitos (algo les debió de aliviar), les quitamos las pulgas que se los comían vivos, les dimos comidita de la rica… entonces es cuándo nos miraron (sin ver) con esa carita que desarma, que te transmite un amor puro difícil de explicar…
Halcón es un gato agradecido, muy amigo de sus compañeros felinos y aunque tímido al principio, cuando se relaja, es un gato tímido pero con paciencia y amor descubrirá que quien le quiera de verdad, le colmará de ronroneos y mucho amor, tanto como el que nosotros le tenemos. Ven a conocerle, los gatos negros no suelen gustar demasiado, es un reto más para ser adoptado, pero confiamos en las buenas personas, aquellas que están por encima de perjuicios y supersticiones absurdas.
¿Te animas a conocerle?