Esta es la historia de Madara. Un seguidor de nuestras redes nos avisó de que había un gato rondando por los jardines de su trabajo con un descomunal bulto. Aunque la fotografía no era de muy buena calidad se podía apreciar claramente una protuberancia exagerada en la parte inferior del abdomen. Un par de voluntarios se personaron en las instalaciones e hicieron varios intentos por capturarla en días distintos. No fue fácil encontrarla y poder hacernos con ella. Estaba muy asustada. Gracias al hambre atroz que sufría finalmente entró dentro de la jaula.
La historia de Madara está inconclusa. Depende de todxs nosotrxs. Estuvo en un centro veterinario y la operamos de este monstruoso tumor. Era por suerte benigno. Ahora está totalmente recuperada y necesita urgentemente una casa definitiva donde vivir tranquila. Si deseas adoptar a Madara, ve a la sección de cómo adoptar