ACTUACIONES 53 gatos
La historia de la colonia Móstoles II comienza con la historia de Cable.
Aunque ya teníamos referencias de esa colonia, por una persona que “rescató” y nos entregó a nuestro querido abuelo Napy, abandonado en esa colonia, todo comenzó para nosotros en febrero de 2017 con un aviso de una persona que frecuentaba la zona de esta colonia. Intentaba socorrer a un gato que tenía un cable atado a su pata desde hacía varios días, pero no tenía posibilidad de hacerlo por sus propios medios, así que acudimos a la zona y nos quedamos impactados, tanto por las heridas que sufría esa gata como por las condiciones higiénicas en las que habitaban estos felinos.
A partir de ese día, las tareas de limpieza deberían de ser constantes porque los vecinos no entienden que, por el hecho de vivir en la calle, no comen cualquier sobra, por mucho hambre que tengan, ya que ese “alimento” puede poner en peligro su vida. Echaban macarrones con tomate, patatas fritas, cabezas de pescado crudo, huesos de chuletas y de pollo que, como los peques no se lo comían, llegaba al estado de putrefacción.
Capturar a Cable, que así la llamaríamos horas más tarde, no fue demasiado difícil. Creemos que su sexto sentido hizo confiar en que entrando en la jaula tendría una oportunidad de vivir y así lo hizo. Rápidamente hubo que llevarle a un veterinario de urgencia para valorar sus heridas. Después de sedar y retirarle el cable que estrangulaba su circulación, los días posteriores serían decisivos. Aún era pronto para saber si podría salvar su patita o por el contrario habría que amputársela.
Hicieron falta curas diarias, paciencia, amor a raudales y muchas ganas de ver cómo iba a recuperarse, con una ayuda incalculable. Cable también puso todo de su parte para ayudarnos a curarla, con una docilidad y sumisión indescriptible.
Gracias a todo esto, sus heridas se cicatrizaron y paso a paso fue recuperando la movilidad de su patita, hasta sanar por completo. Tuvo la gran suerte de encontrar un hogar en el que, a día de hoy, vive feliz con otro compañero de vida que le ayudó a afianzarse en su nuevo hogar.
La historia de Cable nos impresionó doblemente porque a su lado permanecía, sin moverse un milímetro, su compañero Félix, su apoyo en esos decisivos momentos, pues le empujaba para levantarse, para animarle a seguir en pie y no decaer.
Nos parece increíble que el vínculo que sienten algunos miembros de una colonia sean tan fuertes y evidentes. Así es que, cuando logramos capturar a Cable, ya teníamos una segunda misión: rescatar a su compañero Félix, ese gato negro de pelo largo espectacular y junto con él Felícitas (ambos aún en adopción)
Por supuesto, con tantos individuos, fue una tarea ardua poder controlar en su totalidad esa colonia, cuyos últimos miembros sin castrar hemos logrado capturar el abril de 2020. Aunque somos conscientes de que seguirán apareciendo nuevos gatos, debido al entorno en el que se encuentra.
Hasta el momento, en esta colonia hemos realizado 29 CES (con nuestros medios), hemos dado en adopción responsable 22 gatos (entre ellos 6 crueles abandonos) y actualmente se encuentran con nosotros Félix y Felícitas esperando el hogar ideal, donde comprendan a estos peques tímidos.
