SUERTE es un gatito abandonado de tan solo un mesecito. Es un abandono, el que lo hizo tuvo la deferencia de dejarlo en un jardín comunitario con un envase de pienso de adulto a un bebé que ni siquiera sabe utilizar un arenero, no entendemos muy bien las cabezas humanas.
SUERTE, cuando se sintió solo y abandonado en la inhóspita calle, sin el calor de su madre, se puso a llorar desconsoladamente llamando a su mamá; afortunadamente una colaboradora, le escuchó y le salvó de una muerte segura.
SUERTE se llama así porque ha sido “abandonado a su suerte”, pero le seguiremos llamando así porque tendrá la suerte de encontrar una familia que le quiera por siempre y nunca le abandone. Se dará en adopción responsable, preferiblemente, a alguien que tenga gato.