Trebolina
Llevábamos un par de meses viéndola por el barrio. Pequeña, asustadiza, con esos ojos callejeros que escrutinaban todo lo que pasaba. Pertenecía a una colonia de la que ya quedaban solo tres hembras. Vivían bien, escondidas en un local comercial aún cerrado y bien alimentadas por la buena gente del barrio. Un día, el agujero del …