Adoptados

¿Qué estarías dispuesto a hacer por tu gato? Muchos que hayáis escogido a este bello animal para compartir vuestras vidas seguro que lo consideráis miembro de vuestra familia. Si le preguntaramos lo mismo a los antiguos dueños de Alma seguro que dirían “¿hacer? ¡si no es más que un gato!”. Alma era una gatita casera. Una de las cosas que no tuvo, a parte de suficiente amor, fue una castración “¿gastar dinero?¿en un gato?”. Por eso llegó un buen día a casa embarazada y sin saber muy bien por qué. Sus humanos pusieron el grito en el cielo “¡buff, y ahora encima esto! Mejor nos deshacemos de ella.

Así acabó Alma en la calle, donde nos la encontramos, en avanzado estado de gestación y pese a ello, esquelética. Tuvo seguramente que estar varios días dando vueltas asustada, intentando proteger a sus pequeños y buscando una comida que no sabía buscar y que no encontraba. Tal era su estado de desnutrición y abandono que el veterinario no nos daba muchas esperanzas. Tampoco a sus hijos. Estaba muy enferma.
Alma dio a luz a seis preciosos cachorros en estado de caquexia (una desnutrición muy severa) a los que tuvimos que intentar alimentar urgentemente con biberón, puesto que su estado le hacía imposible ejercer de madre. Murieron 5 de ellos. Sólo uno, Simba, salió adelante contra pronóstico. Alma por su parte no respiraba bien. Su dificultad provenía de una hernia que había inflamado su cuerpecito exhausto y le estaban presionando todos sus órganos. Un pulmón ya se había perdido. No hubo más remedio que operarla de urgencia. Pedimos ayuda en todas las puertas, pusimos todo el dinero que había en nuestros bolsillos. La operación era costosísima y la Asociación 4 Gatos Madrid era aún un proyecto más que una realidad.

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